El Louvre es el museo nacional de Francia y uno de los museo más importantes del mundo. Su importancia es reflejo del papel de Francia como una de las primeras potencias durante siglos, que le han otorgado al museo colecciones de todos los rincones del mundo.
Debido al gran cumulo de cultura que hay en el Louvre es esencial ser selectivos, es imposible ver todo el museo en uno, dos, o tres días, así que es recomendable informarse de antemano sobre las exposiciones y elegir cuáles visitaremos ese día y cuales dejaremos para otra ocasión.
Cabe recalcar que el museo de encuentra inmerso, desde hace décadas, en un ambicioso plan de renovación, ampliación y compra. Prueba de ello es la famosa pirámide de cristal, construida en los 80 para la modernización del museo, también las nuevas alas que se abrieron en 2004 y 2008 son un claro ejemplo de esa ambición. Así que si ya visitaste el museo hace años no es una mala idea volver a ir, pues seguro encontraras nuevas obras de arte y colecciones que admirar.
La pirámide de vidrio del Louvre |
Las colecciones del museo son muy variadas, provenientes principalmente de la corona francesa, de la revolución francesa posterior y de los botines de las guerras napoleónicas. En el Louvre se encuentra una de las obras pictóricas más importantes (la que más), si, estoy hablando de La Gioconda, obra pintada por el mismísimo Leonardo Da Vinci. Otras colecciones destacadas son las originarias del antiguo Egipto o la antigua Mesopotamia.
La Mona Lisa |
El pase para un día cuesta unos 9 €, a los que tendréis que añadir otros 9 € extras para entrar a la sala Napoleón, que es la sala en la que se hayan las exposiciones temporales (que suelen ser muy interesantes). Así que ya sabéis, si viajáis a París o alrededores, no olvidéis de hacer un poco de turismo cultural por el Louvre, no lo lamentareis.